martes, 2 de junio de 2015

Absoluto vaivén


Los frutos de temporada, una mazorca, un altar.
Cientos de páginas descifradas letra por letra sin principio ni fin.
Un nacimiento de agua que cuenta
historias en tu ombligo.

Aires del sur, del norte,
la vida que te entra y sale por la nariz,
La inhalación que te llena el pecho
y emerge en sonidos claros.

Una semilla de orégano que inunda tu jardín,
que germinó arrancando una costra de tierra.
Posa tus palmas en el cielo
recordarás, que todo esto ya viviste...

...Que estás en la vieja casa de madera
comprendiendo lo que tanto has anhelado
como si fuera nieve limpia, monte sereno, llano y pradera.

Ahora tus ojos siembran sin tocar, sin saber,
sin volver la mirada, sin recordar el vuelo del pájaro.

A mis XXIII primaveras.




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